Los aficionados de habla hispana no tuvieron necesidad de traductor en las entrevistas a los ocupantes del podio tras la sesión de calificación del GP de Miami.

El mexicano Sergio Pérez (Red Bull) y los españoles Fernando Alonso (Aston Martin) y Carlos Sainz (Ferrari) ocupaban las tres primeras posiciones en la última sesión de calificación cuando la dirección de carrera tuvo que sacar la bandera roja por la salida de pista de Charles Leclerc que estampó su Ferrari contra las protecciónes Q3. Faltaba poco más de minuto y medio para la conclusión y, por tanto, no había tiempo para que los pilotos mejorasen los tiempos. El piloto monegasco ocupará la séptima posición en parrilla.

El gran perjudicado por la circunstancia fue el líder del Campeonato Max Verstappen  (Red Bull) que no tuvo ocasión de hacer una vuelta limpia y empezará la carrera desde la novena posición de la parrilla. Al holandés le tocará remontada si quiere mantener a raya a su compañero de equipo, el mexicano Pérez, con quien mantiene una reñida lucha por el liderato.

Las condiciones de la pista, que han ido mejorado a lo largo del fin de semana, provocaron situaciones poco frecuentes, como la ausencia de los Mercedes en la Q3, con Lance Stroll que no pasó de la Q1 y Lewis Hamilton que se quedó en la Q2. 

El domingo a las 21.30 hora española, a disfrutar de  una carrera diferente que nos reserva la oportunidad de contemplar en puestos de cabeza a pilotos que normalmente ocupan posiciones más retrasadas. Se avecinan emocionantes disputas y adelantamientos al límite con los pilotos tratando de volver "cada uno a su sitio".