Este año se cumple el 65 aniversario del Octavia y del Felicia, dos modelos que, a lo largo de los años, han sabido ganarse la categoría de iconos entre los de mayor éxito de la gama de Skoda Auto.

En marzo de 1959, Skoda daba a conocer dos vehículos completamente renovados en el Salón del Automóvil de Ginebra: el Octavia, una berlina de techo cerrado, y el Felicia, un descapotable. Entre otras muchas modificaciones, estos coches recibían un eje delantero rediseñado, en el que la tradicional suspensión de ballestas se sustituyó por muelles helicoidales combinados con amortiguadores telescópicos. Los ingenieros se centraron en reducir la transmisión de vibraciones, aumentar el confort de conducción y mejorar la lubricación y refrigeración del motor. En cuanto a las denominaciones de los modelos, el fabricante renunció a los nombres numéricos y optó por denominaciones de palabras.

Octavia, el octavo capítulo 

Para la berlina, anteriormente conocida como S 440/445, se eligió el nombre Octavia, derivado del número latino «octava», por ser el octavo modelo producido por el fabricante de Mladá Boleslav desde 1945. Desde el punto de vista técnico, el Octavia tenía un chasis de túnel central, suspensión delantera independiente y motores de cuatro cilindros. 

Su versión básica montaba un motor de cuatro cilindros y 1,1 litros que desarrollaba 40 CV de potencia que trasladaba a las ruedas traseras a través de una caja de cambios de cuatro velocidades, alcanzando una velocidad máxima de 110 km/h. El Octavia Super, más potente, contaba con un motor de 1,2 litros y 45 CV que alcanzaba una velocidad máxima de 115 km/h.

Felicia, símbolo de felicidad

Junto a los modelos Octavia de cuatro plazas y carrocería cerrada, a principios de 1959 se lanzó también un atractivo descapotable llamado Felicia. Su motor de cuatro cilindros, con doble carburador y 1,1 litros, estaba afinado para producir 50 CV. Su  denominación derivaba de la palabra latina «felicitas», que significa felicidad. 

El Felicia fue el sucesor del Skoda 450 descapotable, destinado principalmente a los mercados de exportación del que se fabricaron unas mil unidades. Sin embarbo, Skoda era consciente del potencial del nuevo modelo Felicia. Así, poco después de los estrenos de marzo en Ginebra y Leipzig, tres unidades del Felicia cruzaron el charco para debutar en el Salón del Automóvil de Nueva York, en el Coliseum, en abril de 1959. El descapotable checoslovaco despertó un gran interés, en parte gracias la promoción efectuada en colaboración con Charlotte Sheffield, Miss EE.UU. 1957. 

Aunque la carrera del Felicia no fue extremadamente larga, tuvo un éxito excepcional. En 1964 se habían fabricado casi 15.000 unidades de esta serie para los mercados de Europa, América del Sur y Central e incluso África.

Los Octavia y Felicia modernos

En la década de 1990, el valor simbólico y real de las denominaciones de estos modelos animó a Skoda a su reintroducción. Así, el nuevo Skoda Felicia se presentó oficialmente al público en Praga, en octubre de 1994. El sucesor del Skoda Favorit estaba equipado con numerosos elementos de seguridad, como airbags y un sistema de frenado ABS. En junio de 1995, la gama de modelos se amplió con la variante familiar de Felicia Combi, que fue presentado en el Salón del Automóvil de Brno.

Por su parte, la primera generación moderna del Octavia debutó en 1996, marcando un hito en la historia reciente del fabricante de automóviles. El modelo se convirtió rápidamente en el vehículo más vendido del fabricante checo.  La segunda generación se lanzó en 2004, seguida de la tercera en 2012. La actual cuarta generación moderna debutó en 2019 y sufrió un lavado de cara en febrero de 2024. Con más de siete millones de unidades vendidas en sus cuatro generaciones modernas, el Octavia se encuentra entre los diez coches más vendidos de Europa y sigue siendo un pilar de la gama de Skoda.