En doce años no se podrán comercializar en Europa vehículos de gasolina, diésel y tampoco híbridos

A partir de 2035, en Europa solo se venderán vehículos "cero emisiones" | Archivo
En doce años no se podrán comercializar en Europa vehículos de gasolina, diésel y tampoco híbridos

La Eurocámara respalda el veto a la venta de cualquier tipo de coche que no sea “cero emisiones” desde 2035

El pleno del Parlamento Europeo acaba de dar el visto bueno al acuerdo entre instituciones alcanzado en otoño para que a partir de 2035 todos los turismos y furgonetas nuevos que se comercialicen en la Unión Europea sean "cero emisiones", lo que en la práctica supondrá la prohibición de comercializar vehículos de combustión, incluidos los de gasolina, diésel e híbridos.

El resultado de la votación en la sesión plenaria del martes en Estrasburgo fue de 340 votos a favor, 279 en contra y 21 abstenciones, por lo que tan solo queda el visto bueno formal por parte de los Veintisiete para que estas nuevas reglas puedan entrar en vigor.

La nueva norma forma parte del paquete climático que la U. E. quiere impulsar esta legislatura para reducir al menos en un 55% las emisiones contaminantes del bloque en el horizonte de 2030 (respecto a 1990) y es la primera medida concreta de la serie de iniciativas que salió adelante.

En 2025 no se podru00e1n vender coches combustible en Europa


Controles rigurosos

Entre las claves de la reforma figura el encargo de una nueva metodología para recabar y evaluar datos de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del parque automovilístico ligero durante todo el ciclo de vida de los vehículos comercializados en el mercado único. La Comisión Europea deberá presentar este nuevo método antes de 2025

También a partir de 2025, Bruselas también deberá realizar un informe para evaluar si se todos los países de la UE llevan el ritmo adecuado en el conjunto de la UE hacia el objetivo de cero emisiones. Este análisis deberá también valorar, así mismo, el impacto de la reforma en los consumidores y en el empleo así como la evolución del mercado de vehículos de ocasión.

Expertos comunitarios vigilarán la diferencia entre los valores límite de emisiones y los datos de consumo real de carburante y energía para ir ajustando las emisiones específicas medias de CO2 de los constructores a partir de 2030.

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