Las elevadas temperaturas de los últimos días han hecho imprescindible el uso de los equipos de climatización. Con el mercurio saliéndose prácticamente de los termómetros, el aire acondicionado es también un auténtico salvavidas cuando nos ponemos al volante.

Y es que mantener una temperatura adecuada en el habitáculo de nuestro automóvil no es solo cuestión de comodidad, sino también de seguridad, ya que a más de 35 ºC nuestro cerebro sufre efectos parecidos a los de conducir bajo la influencia del alcohol, con lo que el tiempo de reacción ante las circunstancias del tráfico se incrementa en más de un 20%.

Por ello, es conveniente revisar el sistema de climatización y asegurarnos que está a punto, si le vamos a exigir un funcionamiento continuado, por ejemplo, tras meses de inactividad.

El botón de recirculación del aire

Una de las funciones más desconocidas del equipo de climatización de nuestro coche es la que nos proporciona el botón de recirculación del aire, que nos ayuda a mejorar el rendimiento del climatizador.

Cuando encendemos el aire acondicionado, la calefacción o el ventilador de nuestro vehículo, el aire es absorbido del exterior y reconducido, a través de los filtros, al habitáculo. Si accionamos el botón de recirculación, la entrada del aire exterior se cierra y el sistema pasa a utilizar el aire que ya está en el habitáculo, que es reabsorbido y es expulsado de nuevo al habitáculo tras pasar de nuevo por los filtros. Con esta acción, conseguimos evitar que entre aire sucio al habitáculo, por ejemplo en un atasco, al atravesar un túnel muy concurrido o al pasar una zona con polvo en suspensión. Es decir, el reciclaje del aire es muy útil cuando el aire del exterior esté muy contaminado, huela mal, o tenga mucho polvo.

Rapidez y eficiencia

Este botón, con el que cuentan casi todos los coches, tengan o no aire acondicionado, nos facilita un viaje más cómodo, al tiempo que protege nuestra salud, ya que los filtros a veces no siempre consiguen retener todas las partículas que el aire tiene en suspensión.

Además, los días muy calurosos, ayuda a que el vehículo se enfríe más rápido, al no tener que coger aire más caliente del exterior y utilizar el proveniente del interior del vehículo, más fresco. Eso no sólo hará bajar la temperatura más rápido, sino que hará que consumamos menos energía y el aire acondicionado se forzará menos.

Eso sí, hay que tener en cuenta que el reciclaje del aire debe ser usado de manera puntual y sólo en casos como los que hemos mencionado antes, ya que la recirculación del aire no sólo tiende a empañar los cristales, sino que, además, puede causar somnolencia. Los fabricantes aconsejan que no se utilice por períodos de más de diez minutos y mantener en buen estado los filtros de aire.

Y no conviene olvidar que, si hemos dejado aparcado el vehículo al sol y ponemos el aire acondicionado, es recomendable bajar las ventanas y, durante un rato, dejar circular el aire para reducir la elevada temperatura interior.