Con esta recién estrenada sexta generación del BMW M3 Competition, la división M de BMW  ha logrado crear una máquina válida para uso diario y aun con ese enorme potencial que tenemos bajo el acelerador. Incluso en el modo de suspensión más radical se puede circular con “cierta” comodidad, pero donde realmente es una bestia es en circuito, hábitat para el que también ha sido preparado. Lo deja claro el paquete M Race Track que, previo pago de 26.950 euros, añade los asientos tipo bucket aligerados, unos frenos carbocerámicos con discos sobredimensionados y pinzas en color dorado, y el deslimitador de velocidad, por lo que este M3 es capaz de alcanzar los 290 km/hora.

Musculoso, nítido y aerodinámico, muestra una parrilla de doble riñón vertical M que luce un acabado negro y se complementa con grandes tomas de aire a los lados de la parrilla. Bestiales los dos dobles tubos de escape, enormes, que le otorgan a la trasera una imagen bestial.

El puesto de mando

Abrimos la puerta y caemos en esos asientos bucket (literalmente, porque están situados más cerca del piso que los de serie), a los que no les falta de nada: regulación eléctrica, iluminación en el logo M3 y calefacción, Además, al estar reforzados con fibra de carbono son 10 kilos más ligeros. La única “pega” es que tanto el acceso como la salida del vehículo no resultan tareas sencillas.

Por lo demás, el interior es BMW, con buenos ajustes, materiales de primera calidad y todo orientado al conductor. El volante con costuras con los colores M, los botones rojos M1 y M2, los apliques en fibra de carbono y las enormes levas, también de carbono recubiertas con goma roja en su parte posterior, no pasan desapercibidos. Las plazas traseras permiten viajar cómodamente dos adultos, y la capacidad del maletero es de 480 litros.

Cura de adelgazamiento

Y como BMW ha querido bajar kilos en la báscula, el techo es fibra de carbono de serie. Porque el peso es el hándicap de este BMW M3 Competition: 1.805 kg declarados, 210 kg más que la generación anterior. Pero el problema lo solventa con potencia, mucha potencia. Y es que estamos ante un misil tierra-tierra, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3,5s. Y no solo lo confirman los datos oficiales, también el afortunado conductor cuando aplicas con contundencia el pie derecho y te brinda unas sensaciones únicas para una berlina de este tipo.

Parece que la parte baja del cuentavueltas de este motor no tiene mucha pegada, pero este cartucho de dinamita de 3,0 litros, 6 cilindros en línea y 510 CV de potencia, tiene mecha para rato. Es superar las 2.750 revoluciones y tienes unos magníficos 650 Nm de par hasta las 5.500 vueltas. Y un poco más arriba, a 6.250 rpm tienes a esos 510 CV esperándote para despegar. Lo mejor de todo no es que sea más potente que el anterior, sino que transmite la potencia al suelo infinitamente mejor.

Esta sexta generación del M3 Competition utiliza un cambio automático de convertidor de par de ocho relaciones M Steptronic con sistema Drivelogic, otra de las grandes novedades que esconde, sustituyendo al doble embrague de la generación anterior. Puedes ajustarlo para que haga el cambio a más o menos revoluciones, y es muy rápido, tanto al subir como al bajar marcha, además, no tiene el resbalamiento típico de un doble embrague ya que se bloquea una vez que el coche está en movimiento.

Descubriendo nuevas sensaciones al volante

A pesar de su tamaño y peso, el BMW M3 Competition tiene un paso muy rápido en curva, gracias a que vira plano y a la efectividad de sus sistema de tracción M xDrive que debuta en la saga M3. ¿La dirección? Rapidísima y comunicativa. Y los frenos carbocerámicos ofrecen una frenada casi inagotable (cuando están calientes) y detienen al conjunto en menos de un suspiro. Son realmente bestiales, como todos los elementos mecánicos en este M3 Competition.

El sonido del motor te invita, en muchas ocasiones, a apagar la música del fenomenal equipo de sonido que monta y sentir como otra música, esta celestial, acaricia tus sentidos.

Si quieres amansar a la fiera puedes hacerlo con los múltiples reglajes que ofrece. Hay que olvidarse del botón en la consola para cambiar al modo Sport o al Normal. Ahora tienes un menú al que se accede pulsando el botón ‘Setup’ y en el que puedes elegir de forma independiente, entre muchos, muchos parámetros, para llegar a la configuración perfecta.

El sistema M Drive Professional equipa una función denominada Analizador M Drift, que registra y compara las derrapadas, y el M Laptimer, que guarda los tiempos por vuelta. ¡Ah! Y el Control de Tracción M tiene diez niveles de actuación, por si lo tuyo es ir de costado.

Para concluir

Muchos me han preguntado sobre los consumos de este “aparato” de 510 CV. La realidad es que es complicado viajar en modo “tranqui”, pero si lo haces, se queda en 9,5 litros una cifra que está muy bien para un seis cilindros Twin Turbo de 3,0 litros. Si se te cruza “el cable” y quieres disfrutar por carreteras de tramo, esta cifra sube sin dificultad hasta los 14 litros. Aunque hablar de consumos en un coche de este nivel está considerado pecado.

Si tenemos que buscarle una “gran pega” a nuestro BMW M3 Competition M xDrive con el paquete M Race Track señalaremos a su precio. Estamos hablando de 150.000 euros donde habrá que incluir el espectacular color de BMW Individual Lagunengruen Metalizado de esta unidad.

No cabe duda de que este M3 tiene una doble vertiente: ser utilizado como coche de diario, medio discreto según el color elegido, un deportivo que te pega al asiento y te hace vibrar con el sonido de su motor; o convertirse en una mala bestia derrapadora que te obliga a sacar tus mejores habilidades al volante.

PRECIO

BMW M Competition M XDrive 510 CV

122.500 euros